viernes, 26 de abril de 2013

Crítica 'Los Juegos del Hambre'


 
Imagen de los 'Juegos del hambre'

La jovencísima Jennifer Lawrence, Mystique en X-Men: Primera Generación, comienza su carrera en solitario con su nueva película, “Los Juegos del Hambre”. Un film dramático donde Katniss Everdeen, nombre del personaje que encarna en la película, decide presentarse voluntaria para participar en un cruel y sádico acontecimiento organizado por el Capitolio, órgano de poder que tiene sometido al pueblo de Panem a una dura y represiva dictadura. Su objetivo principal será el de reemplazar a su hermana pequeña en la implicación de esta en dichos juegos para protegerla. A partir de ahí, comienza su aventura junto con Peeta, otro de los elegidos. 

 

El largometraje nos acerca al futuro distópico de una sociedad norteamericana postapocalíptica subyugada a los intereses de un gobierno dictatorial. Doce chicos y chicas son obligados a luchar a muerte hasta que solo quede uno, en un acto que será retransmitido por televisión a toda la nación.
Tras haber recaudado más de 20 millones de dólares en las taquillas estadounidenses, la película se estrenó en España el 20 de abril de este año y arrastró  a jóvenes (y no tan jóvenes) a  las salas de cine, cosechando el éxito esperado. Y es que la jubilación de unos magos adolescentes y con unos vampiros y hombres-lobo a punto de enterrar el hacha de guerra parece el escenario perfecto para el triunfo de otra saga  literaria.
Un film en el que el verdadero motor de la historia es el juego en sí y lo que ello supone para las gentes que lo padecen. Aunque, desgraciadamente, no se puede decir que el tema esté suficientemente bien aprovechado debido a la pésima escenificación de la decadencia cínica de la sociedad futura representada en ella: no es suficiente diferenciar a las clases sociales a golpe de estilismo haciendo que unos vistan  de forma pobre y otros parezcan vivir a cuerpo de rey. Hay que apuntalar con mejores cimientos la visión distópica que se nos está ofreciendo.
Además, la película combina la acción con el amor. Parece que  el director Gary Gross ha tomado ejemplo de la obra Crepusculo de Stephenie Meyer al sugerir un triángulo amoroso entre la pareja protagonista, Katniss y Peeta, y un tercero en discordia. Semejanza que se disipa a medida que avanza la obra puesto que, al contrario de lo que pasa en Crepúsculo, no es este el tema central en torno al cual gira Los Juegos del Hambre. Esta comparación entre ambas películas ha podido llevar a la recién estrenada a hundirse por el camino por falta de originalidad, pero no ha sido este el caso.
Con un guión que muestra unos mimbres que ya quisieran otras producciones juveniles, Jennifer Lawrence ha protagonizado esta película que no deja de ser un entretenimiento y que cumple la función de mantener al espectador distraído durante las más de dos horas que dura el film.
 

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